Capítulo dos: De cómo Dios le da pan al que no tiene dientes.

Historia de la cuenta en Twitter: @PanpaYaAmigos

Capítulo dos:

De cómo Dios le da pan al que no tiene dientes.

En el capítulo anterior ("De cómo a un bobo se le aparece la virgen") mencionamos la forma en la que terminamos siendo dueños de la cuenta @PanpaYaAmigos, y se disiparon las dudas sobre el hecho de que éramos unos hackers vulgares que habíamos hurtado una cuenta. O que éramos unos "desocupados" creadores de cuentas ficticias para molestar a las marcas.  (Bueno, por lo menos eso creemos, ojalá haya quedado claro).

En esta entrega ("Capítulo dos: De cómo Dios le da pan al que no tiene dientes"), continuaremos con nuestra historia, tratando de demostrar que efectivamente, Dios le da pan al que no tiene dientes, y también, que es imposible ayudar a quien no se quiere dejar ayudar.

De igual forma, analizaremos (como si supiéramos), cada uno de los pasos que se sucedieron.

Ahora bien, después de habernos reunido y haber tomado la decisión de "venderle" la arroba a PanPaYa, empezamos a manejar la cuenta de manera adecuada y discreta, con el fin de hacerla atractiva para la negociación.

Lo primero que hicimos fue distorsionar el logo, porque era claro que no íbamos a suplantar a nadie. No fue una distorsión digna de mandar a concurso, pero sí se modificó “alguito”.

Entonces, utilizando los mismos colores y la misma línea gráfica creamos el logo de PanYaPa y arrancamos.

Aquí es importante analizar la inmediatez de muchos usuarios que participan en las redes sociales. Es muy claro que el logo dice PAN YA PA y aun así, hoy todavía hay gente que nos sigue insultando porque les llega tarde un domicilio. Obviamente, esas ternuritas nos llenan de vida.

Continuemos…

Los seguidores empezaron a llegar, (suponemos que impulsados por la pauta), a interactuar y a proponer la dinámica normal de Twitter.  Nosotros, seguíamos a todos los que nos seguían, respondíamos menciones con mucho protocolo y poníamos, dos o tres tuits al día. Hablábamos del café, de su historia, del pan, sus características y beneficios, y retuiteábamos a todo el que nos mencionara y hablase bien de la marca. En conclusión, manejábamos la cuenta como muchos Community, que han sabido terminar dignamente su primaria. #TuSabesQuienEres

El plan era que @PanpayaCol se diera cuenta de nuestra existencia e hiciera el primer contacto, el primer acercamiento. Sobre todo porque somos muy vanidosos y porque "sabemos" que el que muestra el hambre no come, y si come, pues come tarde, y comer tarde hace daño para la digestión… ¡en fin!.

Al cabo de los días nuestro plan funcionó, la dicha embargó nuestros corazones  y el 7 de febrero, llegó la mención por la que habíamos estado "moviendo" la cuenta.

Lo que nos llegó fue esto:

Pensamos que habían detectado el error y que tomarían cartas en el asunto, pues errar es de humanos, y a cualquiera se le va una “descachadita” de vez en cuando. Sin embargo, nos pareció extraño que la misma mención (o por lo menos con la misma intención) se la hicieran a una cuenta llamada @PanpayaColombia. 

Como somos bien chismosos y nos la pasamos metidos en lo que no nos importa, nos pusimos a mirar dicha arroba y era claro que era un “fake”. Lo curioso era que éste sí era un suplantador de verdad, de los malos que dan miedo. Lo llamativo era que NO escribía desde el 7 de octubre del 2011. Es decir que llevaba (hasta esa fecha) más de 450 días sin escribir nada.

Era obvio que al fulano que la creó, se le había olvidado el cuento, había desistido de eso, y seguramente, había olvidado también la clave  y las razones que lo llevaron a abrir ese usuario.

Entonces nos surgieron las siguientes preguntas:

1. ¿PanpayaCol no analiza ese tipo de información?.

2. ¿Para qué despertar a un “fake” que lleva dormido más de un año?.

3. ¿Representábamos para ellos la misma inquietud que el “fake” desmemoriado?.
4. ¿Nos vieron cara de “fake”?.
5. ¿Los códigos estratégicos que se manejan en este medio, habían cambiado tanto, y ahora la moda era "ponerse en bandeja"?.
6. ¿Es verdad que el café causa insomnio?.
7. ¿Si comemos pan en la noche, aumentan nuestras  posibilidades de engordar?.
8. ¿Cuántos pares son tres moscas?.

En fin… A pesar de tantas preguntas sin respuesta, muy obedientes enviamos un correo para que nos contactaran.

En ese momento especulábamos todos en la oficina, sobre cuánto dinero “pedir” por la cuenta.

Obviamente imaginarán a toda esta partida de (arrastrados) muertos de hambre, creyendo que ya con eso, nos íbamos a pensionar.

El que mejor maneja el tema digital en la oficina (lo llamaremos John Parker Castro, para proteger su identidad), hizo los cálculos y se animó a decir una cifra. Y así lo hizo cada uno de nosotros.

El más llevado (el que lleva como 16 meses pagando el iPhone) le dijo a John Parker Castro, que no fregáramos con eso, y que si nos mandaban un almuerzo (con sopa, huevo y plátano adicional) entregáramos esa arroba.

Lo discutimos durante largo tiempo, así como cuando uno alarga las conversaciones solo por mamar gallo... Igual, averiguamos el costo de la pauta en las páginas amarillas, cruzamos información con el costo de un seguidor en Twitter, mejor dicho, nos volvimos locos  “tirando números”.

Terminamos concluyendo que íbamos a esperar la oferta que (muy inteligentemente) nos hiciera @PanpayaCol. Prácticamente a cualquier oferta le habríamos dicho que sí.

La respuesta a nuestro correo fue: (para proteger la identidad de la persona que nos respondió, la llamaremos Angela Bennett).

"Buenas tardes John Parker Castro,

Muchas gracias por su amable respuesta, el interés en contactarlo, radica en la observación que hemos hecho de la cuenta @panpayaamigos de la red social Twitter y de la cual es usted administrador. Nos llama la atención el uso que hace de nuestra imagen y de nuestra marca registrada, Pan Pa' Ya!.

Nos gustaría comunicarnos con usted de forma directa, para saber en dónde se encuentra ubicado; podría ser de forma telefónica, queremos conocer cuál es su interés en nuestra marca y por qué hace uso de ella como lo hace a través de twitter.

Quedamos atentos a su amable y pronta respuesta."

Inmediatamente respondimos dándole a “Angela Bennett” toda la información requerida. Quiénes éramos, qué hacíamos, dónde lo hacíamos. ¡Todo!.

Y la respuesta  que recibimos, fue la siguiente.

"Buenas tardes John Parker Castro, mi nombre es Angela Bennett y soy la persona encargada de las redes sociales de Pan Pa' Ya! Colombia y las comunicaciones en general. 

La idea de contactarle y saber sobre su interés en nuestra marca es poder conocer cuál es su interés y ahora que lo menciona saber de cuál agencia nos comenta y a través de quien está asumiendo la cuenta de la cual estamos hablando, ya que es de interés de los gerentes de la compañía conocer lo relacionado con el tema y poder ver las posibilidades que se tengan.

Atenta a sus comentarios, buen día."  

(Favor intentar interpretar. La ausencia de puntuación dificulta la lectura).

Como se podrán imaginar. Un correo así, se entiende como el inicio de una conversación, en la que dos partes buscarán una solución a una situación específica. 

Frente a esa respuesta John Parker Castro le respondió clara y directamente:

"Nuestro interés es netamente económico."

En ese correo también les hablamos de la pauta, del error, de que faltaban 11 meses para cambiar los directorios, y hasta les avisamos que en su web,  el ícono de Twitter, enviaba a sus visitantes a nuestra cuenta. 

Y adivinen ¿qué pasó?.

¡Nada!, ¡no pasó nada!.

Esperábamos la respuesta día y noche, contábamos las horas y “nada”.

Parecíamos Penélope (La de Serrat) esperando en la  estación de trenes... Fueron días muy tristes.

Entonces, 15 días después volvimos a enviarle un correo a “Angela Bennett” en el que le decíamos:

"Buen día, Angela Bennett.

Esperamos que haya revisado el tema en estos últimos 15 días.   Estamos a la espera de una respuesta por parte de usted, o de las personas encargadas de la gerencia."

En vista del silencio, un día John Parker Castro nos dijo que no había pasado “nada” con ese tema y que mejor no "jodiéramos más con eso".

Todos quedamos muy aburridos (tristes melancólicos) y dijimos al unísono: "aisch”.  Yo, me rasqué una oreja.

Sin embargo alguien (que llamáremos Eutimio, también para proteger su identidad) le dijo a John Parker Castro que era el colmo que no fueran capaces de respondernos, que seguramente estábamos tratando con un Community inexperto e irrespetuoso y que nosotros, íbamos a quedar como unos pendejos y le íbamos a dar la razón, sin ni siquiera haber sido tenidos en cuenta. Mejor dicho, se emberracó la policía. Entonces nos “envalentonamos” todos y hasta lo propusimos como gerente de la empresa. La propuesta no prosperó porque el man (aquí entre nos) no se ha graduado, y en esta empresa las vainas son muy en serio.

La cosa fue que empezó el debate. Esta vez, las preguntas puestas sobre la mesa fueron:

1. ¿Para qué nos escribieron si no iban a hacer “nada”?.

2. ¿No les preocupaba acaso que la pauta del directorio se perdiera?.

3. ¿Quién nos había respondido realmente, una persona de adentro o un "freelo"?.

4. ¿La Gerencia estaría enterada de ese error, y del manejo que se le estaba dando a la situación?.

5. ¿Por qué casi un mes después de haberlos puesto sobre aviso, aún no habían corregido el error de la web y ésta seguía direccionando usuarios a nuestra cuenta?.

6. ¿La culpa realmente era de la vaca?.

7. ¿Era John Parker Castro un hombre de verdad?.

8. ¿Cuál era la verdadera relación entre John Parker Castro y Eutimio?.

¡No lo sabíamos!.

Lo único que sabíamos era que al parecer, le estábamos dando pan al que no lo quería aceptar. Porque hasta el momento, los expertos en pan nos estaban ignorando.

Otra cosa también sabíamos, y era que la historia no se iba a quedar ahí, sobre todo, porque nuestra curiosidad se había despertado y no queríamos hacer nada por dormirla...

Y como dicen en las películas: "Esta historia continuará".

El capítulo tres de esta historia:  “De cómo el avestruz cree que al enterrar la cabeza en el suelo, el mundo deja de existir”.