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lunes, 20 de mayo de 2013

Capítulo tres: De cómo el avestruz cree que al enterrar la cabeza en el suelo, el mundo deja de existir.

12:06

Historia de la cuenta en Twitter @PanpayaAmigos

Capítulo tres: 

De cómo el avestruz cree que al enterrar la cabeza en el suelo, el mundo deja de existir.


Es importante aclarar, que el título de esta entrada está relacionado con el mito de que el avestruz esconde su cabeza en el suelo, con la supuesta infantil intención, de que “si no los veo, no me ven”.

Sabemos, sin ser naturalistas, que el larguirucho animal en la vida real no realiza estas prácticas. Sin embargo, y como hemos sido criados a punta de historias sin comprobar, y también, porque nos parece absolutamente exótico el cuento, lo usamos para tratar de enmarcar este capítulo tres.

Hasta acá, hemos hablado de cómo al bobo se le apareció la virgen y cómo se encontró una arroba sin dueño y lo peor, o lo mejor, una arroba ampliamente publicitada.

En la segunda entrada hablamos de cómo el bobo se creyó Dios (solucionador de problemas) y quiso darle pan al que no tenía dientes. Contamos detalles sin pasar a las intimidades y dejamos el cuento otra vez en suspenso…

El capítulo dos lo cerramos diciendo que la historia no se iba a quedar ahí. No porque pensáramos adiestrar avestruces para que efectivamente enterraran la cabeza en el suelo y el mito se volviera realidad. Sino porque creíamos que aun había unas cuantas cartas por jugarnos, y en efecto, estábamos dispuestos a no abandonar la partida.

Continuemos…

Después de ver que el primer contacto no nos había respondido, decidimos esperar y seguir manejando la cuenta, como hasta el momento lo habíamos hecho.

Era como si esperáramos que estuviesen examinando la situación para llamar, con una decisión tomada.  Pero los días pasaron y “nada”…

Lo único, fue que empezamos a notar un comportamiento muy extraño. Y más que extraño, era un comportamiento  ingenuo.

 A todo aquel que mencionaba “nuestra” arroba, @PanpayaCol lo abordaba diciéndole que eran "ellos" la cuenta oficial de la panadería.

¡Y eso nos dio una rabia!

Pero esa rabia no era envidia entre estrategas, ¡NO! Lo que nos molestó fue la ingenuidad con la que pretendieron contrarrestar nuestro accionar, que hasta ese momento, dicho sea de paso, era muy bien intencionado, y lo único que buscaba era "ayudarle" a la marca a corregir sus errores, y a no desperdiciar el potencial de semejante pauta. 

Obviamente, como ya dijimos, ofrecimos el pan, y los expertos en pan nos ignoraron.

Quizá bajo la premisa del "eso se les pasa en estos días y sueltan la cuenta y puchún nosotros la cogemos". 



Quizá creyendo que las redes sociales son una cuestión de relleno y que nada de eso amerita mayor esfuerzo intelectual ni conceptual.



Quizá pensando que no hay una diferencia sustancial, entre el manejo que una persona natural le da a sus redes sociales, y la forma en la que una marca debe hacer uso de estas herramientas.

Quizá pensando sin estrategia, sin planeación, sin pensar. Pensar sin pensar... eso vendría siendo el equivalente a caminar sin avanzar. (¡habrá que pensar!).

Sin embargo, como tenemos una bruja en la oficina, y una capacidad especulativa enorme, creímos que el Community no había enfrentado el problema y que la gerencia no lo sabía aún. 

Entonces, enviamos un correo con una presentación en Power Point lo más de bonita, con efectos y titulitos muy organizados. Las imágenes se desvanecían... súper linda. Una “hermosura” de presentación.  A John Parker Castro no le gustó nadita,  pero a los demás sí. Y como John Parker Castro no se manda solo, y aquí lo que hay es democracia, pues la enviamos así. 

Enviamos el email con la pps adjunta a dos de los más altos gerentes de la marca.

Era un mail todo respetuoso, tanto que empezaba diciendo: "respetados señores”, y todas esas cosas educadas que a uno le enseñan en la casa y que John Parker Castro maneja tan bien.

¿Y adivinen qué pasó nuevamente?.



¡Nada!, ¡no pasó nada!.
Pero no nada de:
- “¿Qué tienes?”
- ¡Nada!.

No, era una nada desconcertante, una nada de la que no se podía decir “nada”. 

Nunca el pan volvió a saber igual... 

Pasaron los días y efectivamente lo que vimos fue que el avestruz enterró la cabeza en el piso. Convencido de que si ignoraba al mundo (nosotros), el mundo dejaría de existir (“calle boca, vuelva y diga”).

El problema es que nosotros no somos el “fake” desmemoriado aquel, y sabemos cuánto cuesta una universidad, y sabemos que si uno estudia y se rompe el “lomo” pagando esos semestres tan descaradamente caros, lo mínimo que espera, es que el trabajo se respete.

Un community no es cualquier personaje que tenga muchos amigos en FaceBook o muchos seguidores en Twitter.

Pero bueno…

El asunto fue que como no teníamos nada que perder, lo que hicimos fue esperar. Creíamos que estábamos en una negociación implícita, en la que una de las partes había decidido utilizar el silencio como estrategia. Como ya se sabe, esto funciona muchas veces. Igual que cuando ustedes no llaman a esa novia o ese novio y esa persona entra en desesperación y termina entregando más de lo que debiera o de lo que es justo.

Entonces John Parker Castro acordó con Eutimio que la cuenta se seguiría manejando reservadamente, dándole tiempo al tiempo. Y así se hizo, hasta que ocurrió el incidente aquel de la respuesta “irreverente”. ¿Recuerdan?, ¿el tuitero samaritano que se quejó por el domicilio que le había llegado tarde?.

Justo ese día, se había tomado la decisión de que al próximo que llegara quejándose, se le iba a responder con un consejo que lo llevara a tomar decisiones. íbamos a intervenir positivamente a algún parroquiano para que dejara de sufrir y empezara a ser feliz.. “Si no te sirve, deja de quejarte y busca un sitio que te sirva”. ¡Sencillo!.

Ese es un problema de la raza humana. Le resulta más fácil quejarse y culpar al otro que asumir posiciones y responsabilidades. Renuncian al libre albedrío y encuentran en la cagada del otro su victoria, su justificación y su razón. Ya deberíamos saber que las variables que no funcionan se cambian, y ya. Insistir es exponerse al sufrimiento.

Ese tuit fue el punto final de la espera. Después de eso ya no había retorno… Fueron más de seis correos en los que dijimos: “Oigan miren”, “Párennos bolas”, “La embarraron”, “quieren hablar”,  “mono, venga le´igo”, “regáleme pa´un pan”… ¡Y nada!.

Recordamos la vez que por los lados de Chapinero (En Bogotá), caminábamos en ese proceso de “reposar” el almuerzo. John Parker Castro (que curiosamente es el que más barriga tiene), dice que eso es bueno para la digestión. El cuento es que nos encontramos con un “man” que estaba (como dicen ustedes) en la mala, se notaba que llevaba mucho sin comer. Y nosotros entramos en esa culpa miserable (esa de sentirse cretino), por haber comido mientras otros tienen hambre. Entonces fuimos y le compramos medio pollo asado con papa, plátano, arepas y una cocacola bien fría. Cuando se lo íbamos a entregar, este personaje nos increpó con palabrotas, reprochándonos que no le diéramos comida, que él lo que necesitaba era plata.

Ese día, Eutimio, que a veces (casi siempre) es como gamín, nos dijo delante de este señor: “Vámonos vámonos de acá, qué va, nosotros como (-inserte aquí grosería-) rogándole a este man para que nos reciba un pollo asado, vámonos”... Y nos fuimos. Sin culpas ni remordimientos, y sabiendo que teníamos pollito para las onces de la tarde.

Algo parecido ocurrió con este tema, porque además del silencio, lo que se inició fue un ataque contra nosotros.

Un par de usuarios incautos, o desinformados empezaron a escribirle a la cuenta oficial, cosas como que éramos unos desocupados, que hicieran algo al respecto (tan preocupados los…). Otro por ahí formuló la pregunta en la que planteaba si lo que estábamos haciendo, no era una difamación hacia la marca.

Obviamente como somos bien ignorantes y casi no sabemos de palabras como esas, nos fuimos pal diccionario a buscar qué significaba “eso”. Y encontramos: Difamación, “Acción y efecto de difamar”. Entonces buscamos difamar (porque "acción" y "efecto" sí sabíamos qué significaban) y encontramos; “Desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión o fama”.

…Y entramos en un dilema ético. ¡Ayayay!

No porque no lo hubiésemos contemplado antes. Han de saber que en esta oficina hay un par de “mamertos”, de esos que todo el tiempo están dándole vueltas a las ideas y a los conceptos, sino porque nos preocupó que el asunto empezara a ser percibido, no como gracioso, ni como algo que dejara una enseñanza, sino como una labor “difamadora”.

Entonces se tomó la decisión de abrir el blog, y como yo soy el que menos errores ortográficos comete, pues me pusieron a mí a echar este cuento y hasta aquí va la historia. No sabemos qué vaya a pasar, pero de algo estamos seguros y es que de esto estamos aprendiendo todos. Bueno, casi todos.

NOTAS ACLARATORIAS:

1. Lo que nos llevó a contar la historia en un blog, no fue lo que dijeron los tuiteros tiernos, que en defensa de la marca (o de que la marca les invitara algún buñuelo con avena) salieron a escribir sus cositas. Lo que nos llevó a contar este cuento fue lo que @PanpayaCol respondió, y la posición que asumió al apoyar abiertamente a los que nos estaban atacando.



2. Seguiremos escribiendo en este blog, en la medida en que tengamos cosas para compartir con base en nuestras experiencias, y las tuyas. #TuSabesQuienEres

3. Ya tenemos pensadas algunas cosas que les queremos adelantar y que nutrirán este blog en adelante. ¡Párenle bolas!

  • Vamos escribir un perfil de lo que a nuestro estrecho entender debe tener una persona para que pueda ser un Community. Este perfil está siendo escrito a manera de ensayo y se titula. “¿El Community Manager, nace o se hace?”      -No hemos podido avanzar mucho porque la risa no nos deja.
  • Vamos (ya empezamos a hacerlo también) a escribir un cuento muy lindo que se llama: El hombre que desde niño quiso ser Community. Ése promete.
  • Vamos a hablar también de cómo se deben manejar las crisis en las redes sociales. Y como es obvio, el primer ejemplo que tendremos será el caso de PanpaYa. Un par de entradas en las que diremos cómo, según nosotros, se debió haber enfrentado esta crisis. Y ustedes opinarán, y nos diremos cosas feas y cosas bonitas, y nos odiaremos y nos amaremos mucho. Y al final vamos a aprender como dicen ustedes, re-resto.
  • Vamos a poner en evidencia a esos CM que solo saben responder: “Pásanos tus datos por DM para ayudarte a solucionar tu inconveniente”. Y más aun, a los que terminan la respuesta con una carita así:   :)  
  • Y lo que ustedes quieran… ¿Quieren que escribamos sobre algo? con mucho gusto, mande su inquietud al correo electrónico johnparkercastro@gmail.com y en menos de lo que canta un gallo, tendremos publicado un artículo sobre ese tema, y lo mencionaremos diciendo que usted es todo buena gente y esas cosas lindas que lo hacen sonrojar a uno.

4. Queremos agradecerle especialmente a @MaoAlvarez, @LaDesconfiada, @Anempeque, @Peibol, @MaPAEsGu, @JuanDLink, @Paolina100, @CarlosFelipeRey, @KarolitaSan, @Maryi12345, @La_Pilucha, @FaustoAmaya, @Gatik, @JoaquinPerezG, @IvanOspina12, @CokoCreativo, @Sacaleman, @Rodriguezthrash, @AfGalindo, @Grooviemary, @JulianGomez58, @DarkNana1211, @Mozareta, @Pgamor8, @VaneBadilloR, @MPaulisR, @KKamacho, @Sebass_Torres, @JenniDelcas, @ManuelaVillegas, @CateCreativa, @RubeDirey, @AngryHidalgo, @NanaPerilla, @Angelikalvarado, @Cocorove, @Rafaig45, @Horneado_rev, @Marialearboleda, @LaMagaFlaca, @PolloDeFinca, @DiegoJam, @3VecesMiNombre, @Prendon, @AnunciaPTY, @VickySanabriaB, @Amge0607, @3por2, @Riclargo, @DaniLeguizamons, @ComdPapito, @RichieVC, @CalzonQuitao, @DonPulga, @PalabraCierta, @FJacobsen, @VivianaAvila, @Leidy_Ossa, @JessOrtiz50 ¡Gente divinamente!  Y a todos esos tuiteros desocupados o interesados en el tema de redes sociales, que con sus menciones, retuits y recomendaciones, han impulsado esto, hasta este punto.

También queremos agradecerle a don Joaquín, que fue nuestro patrocinador y nos donó el primer computador por allá en el 2003. Y a doña Magola que nos fía empanadas cuando la quincena se nos demora.

Para finalizar este capítulo, es muy importante señalar también, que esta labor, aunque no siempre haya parecido, no es un atentado contra la marca PanPaYa. Sabemos de su importancia y sabemos que en estos 26 años de labores en el país, ha sido una empresa generadora de empleo, que le ha permitido a muchas familias tener una vida digna. Sabemos que sus productos, son productos de calidad, y que cuenta con una clientela fiel, que los prefieren porque se lo han ganado a pulso, a lo largo de su historia.

Nuestro señalamiento fue, es y será exclusivamente por el manejo inadecuado que se le dio a esta situación. Ni siquiera cuestionamos su manejo de marca.

Por ahora el cuento se queda acá…  Aun hay mucho por escribir.

Nota: Ojalá todos los domicilios, de todas las marcas, le lleguen tarde y fríos, a esos que se atrevan a pensar que la última parte es “lambonería”. Ojo, es una aclaración digna y respetuosa, movida únicamente por eso que llaman “darle su sitio a las cosas”.

No vayan a creer que esto se queda acá.
No es que estemos bajando la reja, y córrase pa´allá que esto machuca.
¡No señor!, Aquí seguimos.

…En nuestro próximo capítulo, espere una sorpresa, ni la berraca.

El capítulo cuarto: "De cómo nos ha quedado grande encontrarle la comba al palo"

4 comentarios:

  1. Sin palabras, esperando más. Este tipo de casos son los que nos sirven no solo para aprender si no, para demostrar que hay personas realmente con la talla para este trabajo a ver si dejan de denigrar la carrera.

    Un abrazo.

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  2. En muchas pymes, los directivos toman las redes sociales como algo secundario. Por eso vemos en ellas a unos CM parecen como ruedas sueltas, elaborando estrategias de medios que poco benefician a las marcas. Ángela Bennet no sólo cometió u error: hizo lo posible para que sus jefes no lo notaran como tal. Y a todas estas: ¿por qué suministró un correo gratuito y no el corporativo? En todo caso, la próxima vez, es mejor sacar un certificado de Cámara de Comercio (para identificar a la gerencia); grabar el PPT en un CD, y enviarlo (sin que intermedie un CM presa del pánico), junto con su oferta comercial. Finalmente, es útil tener en cuenta que aún sin quererlo, un CM competente puede terminar siendo responsable de lo que terceras personas manifiesten a través de los medios sociales que él maneje. El desacuerdo con los comentarios fuera de tono hay que hacerlo explícito, especialmente cuando lo que esos terceros expresen pueda perjudicar un nombre o una marca.

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